Sabíamos que era cosa de poco tiempo para que Mario Benedetti nos dejara. Descansa en paz, narrador y poeta.
Algunos te quisimos mucho sin haber tenido el privilegio de haber estrechado tu mano. Otros no te quisieron lo suficiente y hasta sentaron cátedra de entendidos para negar la validez de tu obra. ¡Eso qué importa! Si tú viviste la poesía a tu manera, hiciste del amor una bandera y de tus pasiones políticas un ideal inquebrantable, entonces está bien. No hay necesidad de compartirlo todo para querer a un amigo. Es más importante respetarlo.
Mario, los que no tenemos reparos en reconocer tu alma de poeta, te vamos a recordar una y otra vez, cada vez que abramos un libro tuyo y nos llenemos de tus palabras.
Algunos te quisimos mucho sin haber tenido el privilegio de haber estrechado tu mano. Otros no te quisieron lo suficiente y hasta sentaron cátedra de entendidos para negar la validez de tu obra. ¡Eso qué importa! Si tú viviste la poesía a tu manera, hiciste del amor una bandera y de tus pasiones políticas un ideal inquebrantable, entonces está bien. No hay necesidad de compartirlo todo para querer a un amigo. Es más importante respetarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario